Tras tanto tiempo sin actualizar el blog, vuelvo con vosotros para hablaros del mundo de las tortugas, aprovechando la oportunidad de tener una propia, que pertenece a la especie Trachemys scripta elegans, o lo que más comúnmente se conoce como tortuga japonesa o tortuga de orejas rojas.
Esta especie no proviene de Japón, contrariamente a lo que se pueda pensar por dicha denominación, sino que se la llama así por sus ojos, que parecen rasgados debido a una línea negra en los mismos. Realmente son originarios de sureste de Estados Unidos y del noreste de México, concretamente, del río Mississippi.
Una de las grandes problemáticas de dicha especie, es que la gente empezó a adquirirlas como mascota por todo el mundo y tras poco tiempo, las depositaronn en aquellos ríos más cercanos a la zona. Al no existir depredadores naturales en estos hábitats, han proliferado mucho en estas zonas, convirtiéndose en competidores de las tortugas de dichos lugares, provocando que las especies estos hábitats se encuentren en peligro de extinción o incluso lleguen a la desaparición de las propias especies.
Se trata de tortugas semi-acuáticas: la mayoría del tiempo viven bajo el agua, pero necesitan salir a tomar el sol (aproximadamente unas 3h al día, aunque este dato es muy relativo), puesto que son reptiles, animales de sangre fría.
En invierno, cuando las temperaturas son muy bajas, pueden llegar a hibernar, es decir, reducen tanto el metabolismo que dejan de comer, de moverse y de defecar.
Se caracterizan sobre todo, como el propio nombre indica, por poseer dos manchas rojas en el cuello. Suelen tener un color verde oscuro y un cuello bastante largo cuando lo estiran. El caparazón suele tener unas figuras muy llamativas tanto arriba como abajo. Una manera de distinguir los machos de las hembras, es que los machos tienen las patas delanteras más largas que las hembras, y que el caparazón suele estar más ahuecado, mientras que en las hembras, suele estar más redondeado. Además, el macho suele ser más pequeño que la hembra y suele tener las manchas rojas más grandes y con un color más llamativo, aunque estas características no se suelen apreciar hasta que llegan a una cierta madurez.
Estas tortugas son omnívoras. De pequeñas, suelen ser sobre todo carnívoras, puesto que necesitan ingerir proteínas, pero conforme van creciendo, su dieta se convierte más omnívora (comen más vegetales). Es importante que en su dieta haya calcio, ya que es necesario para endurecer su caparazón. Se le puede añadir a la dieta mediante huesos de sepia.
Son animales que necesitan vivir en compañía y por ello es bueno que a la hora de su adquisición se adquieran como mínimo dos. En cautiverio, su esperanza de vida se reduce. Tampoco es bueno cogerlas muchas veces, porque podrían sufrir de estrés y, en caso extremo, morir.
Aquí os dejo un vídeo de mi tortuga...es más rápida de lo que pensáis.
Espero que esta entrada os haya sido útil y que os haya gustado.